Entradas

Un rayo de sol... y cientos de nubarrones

Cuando creo que tengo un poco de paz interior, y que las cosas empiezan a encajar... ¡Zas! Jarro de agua fría. Ayer salí contenta del trabajo, había cambiado mi percepción subjetiva sobre la gente y la cosa fue muy bien. Y al llegar a casa... el juicio paterno: estás muy gorda, ¿cuándo vas a hacer algo?, ¿por qué no te pones en manos de un médico?; ahora no es el momento, ¿y cuándo es el momento?; otra vez con las pastillas de la ansiedad, llevas así toda la vida; ¿para qué vas al psiquiatra?, las pastillas te las puede recetar el de cabecera; ¿y el psiquiatra y el psicólogo, no te dicen que bajes de peso?... Para terminar con un abrazo y romper a llorar sobre mis hombros, y yo guardando el tipo (que, por supuesto, se desmoronó en cuanto salieron por la puerta...). Me prometí a mí misma no contárselo a mi marido como me pidieron, pero ¡oh, destino! esa tarde empezó a poner canciones tristes en Youtube y yo ya no pude más y rompí a llorar... y se lo conté... y yo esperando algo más de

Auto-evaluación: ¿soy tan desagradable?

Hay días que me siento totalmente apartada por la gente. No sé, es una sensación: haces un comentario sobre algo de lo que se está hablando, y nadie parece oírlo; saludan o se despiden, y se olvidan de ti; van a tomar café, y a ti no te lo ofrecen... A veces, hasta recibes una contestación borde a algo que tú has dicho con toda normalidad. Ante esto a veces me cabreo, pero la mayoría de las veces me pongo a pensar qué hay de malo en mí: soy callada, pero no tanto; tengo carácter, sí, pero no más que mucha otra gente; siempre trato de ser amable y educada, incluso cuando la otra persona se pone borde (hombre, hay casos que saco las uñas, claro, no soy una hermanita de la caridad...); trato de estar atenta a las necesidades de la gente de mi alrededor, incluso anticiparme a las mismas; cuando no sé hacer algo me esfuerzo en aprender y pregunto las cosas, no tengo miedo a mostrarme estúpida (aunque a veces me contengo, por miedo a la respuesta); si me equivoco, pido perdón; trato de ser

Primer pensamiento

Hola red. Hace tiempo que llevaba pensando en crear un blog donde escribir mis pensamientos, como una terapia. A veces necesitas soltar las cosas al viento, pero no te atreves por vergüenza al qué pensara la gente que te conoce, pero tampoco lo quieres dejar en privado, necesitas contárselo a alguien. Y qué mejor que Internet, donde lo puede ver un montón de gente y permanecer anónimo (o, al menos, bastante). Así que aquí estoy, para daros la brasa un rato. Un beso.